Estos consejos sobre finanzas para emprendedores como tú pueden evitar que tengas que cerrar tu negocio en los primeros años desde su apertura. Ya desde joven las finanzas me atrajeron, porque soy bastante analítico y me gusta trabajar con dinero. De hecho en los primeros años de mi carrera profesional fui responsable financiero en varias empresas. Y esa disciplina financiera que desarrollé, la he seguido aplicando durante mi etapa como emprendedor. Lo que me ha permitido evitar problemas de tesorería y obtener elevadas rentabilidades en mis negocios.
- No inviertas todo tu dinero en el negocio, deja algo por si sale mal.
- Si todos los meses tienes problemas para pagar los gastos fijos primero analiza esos gastos y sino pueden reducirse intenta aumentar los ingresos y mejorar la liquidez (cobrando antes o vendiendo activos). Recurre como última opción a un crédito, a ser posible a largo plazo.
- A la hora de financiar una inversión, por ejemplo una máquina, intenta buscar fórmulas flexibles (como el renting o alquiler). En caso de utilizar financiación ajena, busca aquella que tenga mayores ventajas fiscales (como el leasing) o cuyo plazo mejor se adapte al plazo de retorno de la inversión.
- Si las deudas a corto plazo no te dejan respirar intenta refinanciarlas para aumentar el plazo o busca generar más liquidez para amortizarlas.
- Fija una política de créditos (importe máximo según histórico y solvencia del cliente) así como las condiciones y formas de pago, así evitaras tener impagados que puedan poner en peligro tu negocio. Para ello documenta bien tus operaciones comerciales y acepta medios de pago que permitan una rápida reclamación judicial, como el pagaré.
- Para asegurar el cumplimiento de una obligación, por ejemplo un contrato con un cliente, es recomendable usar un aval o una fianza. Sobre todo en contratos de elevado importe y a largo plazo.
- Cuando un negocio crece muy rápidamente es habitual pedir financiación bancaria para asumirlo, pero a largo plazo puede suponer la quiebra del negocio. Si no se controlan los gastos ni el crédito que se concede a los clientes, podemos sufrir problemas de tesorería que nos impidan devolver esa financiación al banco.
- La rentabilidad de un negocio debe ser superior a otras opciones de riesgo similar (por ejemplo acciones cotizadas) y sobre todo al coste (intereses y comisiones) de la financiación ajena (normalmente bancaria). En caso contrario tendrás que aumentar los ingresos, reducir los gastos, y reducir la inversión (créditos, stocks, maquinaria, etc) en el negocio.
- Si tienes problemas de financiación, intenta aplazar el pago de impuestos siempre que sea posible. Normalmente cumpliendo los requisitos fiscales se pueden conseguir buenas condiciones en aplazamientos con el Fisco.
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