domingo, 3 de febrero de 2013

Las 9R que hay que exigirse a uno mismo

Ser emprendedor o directivo requiere mucho más que tener un MBA,  requiere sobre todo tener unas características muy concretas que algunos autores resumen como las 9R:
  • Rebeldía: ser inconformista y cuestionar lo que existe es la energía que nos permitirá llegar hasta donde muy poca gente llega. ¿Cómo sino podrían haber surgido empresas como Google o Apple?.
  • Renovación: hay que ser crítico y exigente con nosotros mismos. Sólo así podremos desarrollar todo nuestro potencial. Debemos de ponernos al límite y re-aprender continuamente, porque como dicen en las culturas orientales "hay que vaciar regularmente el vaso para volverlo a llenar de agua fresca y limpia".

  • Reto: cuando nos marcamos objetivos ambiciosos pero alcanzables estamos motivados, sacamos lo mejor de nosotros y nos superamos. Sin un reto en nuestra vida, no tendremos un verdadero motivo para luchar por mantenerla. Los grandes campeones olímpicos saben mucho de esto, llegándose a preparar durante muchos años para tener la oportunidad de afrontar sus retos.
  • Rumbo: complementario con lo anterior, debemos de tener claro el rumbo para poder cumplir nuestro reto. Como un barco que no pierde de vista la costa a la que quiere llegar, debemos de mantener la cabeza alta y enfocada a la consecución de nuestro logro.
  • Riesgo: la vida implica riesgo, tanto a nivel personal como profesional y empresarial. Pero a mayor riesgo mayor será la recompensa. Aunque eso no quiere decir que no podamos reducir el riesgo, la formación y nuestras habilidades personales son la clave para ello. 
  • Ritmo: debemos de actuar con fluidez, es decir con un movimiento sucesivo y regular de actividades y tiempos. Al igual que ocurre con el agua que corre a través del cauce de un río, nuestros actos no deben de aparentar rupturas.
  • Resultados: al final todo debe llevar a un resultado (positivo o negativo), porque de nada valen los planes que no llegan a ningún lado.
  • Reflexión: una vez cerrado el proceso de marcarnos un reto, fijar el rumbo a seguir, y obtener un resultado. Debemos de sentarnos a reflexionar si los resultados (sean positivos o negativos) nos hacen sentir bien y satisfacer nuestra rebeldía, o si nos están impidiendo obtener los resultados que realmente deseamos.
  • Ruptura: llegar a los resultados que soñamos, asumiendo riesgos para alcanzar los retos siguiendo un rumbo con ritmo no implica sólo ser rebelde y saber renovarse y reflexionar. Implica sobre todo tener la valentía de romper con muchas cosas: familia, amigos, trabajo, miedos, etc. Yo mismo tuve con romper con las creencias y miedos de mis padres e incluso con una de mis parejas que quería una vida más conservadora.

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